Si te pido que pienses en abejas, ¿qué viene a tu mente?
Probablemente imagines un pequeño insecto volador pintado de rayas negras y amarillas, o vinieron a tu mente colmenas numerosas; un delicioso tarro de miel para el desayuno y quizá algún mal recuerdo sobre un doloroso piquete. Cuando pensamos en abejas esto es lo que normalmente viene a nuestra mente pero qué pasaría si te dijera que las abejas no son negras con amarillo; no viven en colonias organizadas, no producen miel y no pican… por lo menos no la gran mayoría de ellas.
En el mundo hay más de 20,000 especies de abejas registradas, pero cuando pensamos en abejas por lo general hacemos referencia a una de ellas, Apis Mellifera. No es una sorpresa que esta sea la abeja más popular, ya que su facilidad de adaptación a diferentes ecosistemas le ha permitido posicionarse a lo largo de todo el globo terráqueo, a excepción de la Antártica. A esto se suma su capacidad productiva de miel y cera, lo que la ha convertido en una especie valorada por los seres humanos. Pero si bien la abeja Apis Mellifera ha logrado posicionarse como un insecto de gran importancia económica, ambiental y sociocultural, sería absurdo pensar que una sola especie representa a todas miles de especies de nuestro planeta… y sin embargo lo hemos hecho.
Hoy en día sabemos que la presión que hemos generado en nuestros ecosistemas, la deforestación masiva y el uso de agroquímicos y pesticidas pone en riesgo el frágil equilibrio de nuestro planeta. Escuchamos con frecuencia el peligro que corremos debido a la rápida pérdida de abejas y otros insectos y el importante rol que juegan en la polinización de los cultivos alimenticios. En este sentido proteger a las abejas se ha vuelto una responsabilidad obligada y compartida; pero proteger algo que no conocemos se vuelve una labor aún más compleja.
Aprender es indispensable para traducir el conocimiento en acciones para la preservación. Deconstruyamos todo lo que creemos conocer sobre este pequeño insecto volador y abramos la miranda a un mundo desconocido. Este espacio es para eso, para descubrir el fascinante mundo de las abejas y contribuir a su supervivencia.
90% de las abejas son solitarias, no viven en colonias organizadas.
La falta de información y el desdén de la cultura contemporánea enfocada en nuevas tecnologías e intereses globales, se dejan en segundo plano educativo la importancia de la biodiversidad existente y que es fundamental para cualquier que fuere el ecosistema donde habitan los seres humanos, y debe ser primordial el cuidado de entre muchas especies biológicas las abejas que representa importantes beneficios a la humanidad y se que debieran conocer a plenitud.